miércoles, 21 de septiembre de 2011

El Pilates es ideal para los odontólogos

Físicamente, el ejercicio de la Odontología requiere de una gran concentración mental, de una buena motricidad fina, control de los reflejos, pulso y sobre todo de buena postura.

En las primeras horas de la mañana estamos frescos y solemos trabajar guardando todas las normas al respecto; pero conforme pasan las horas del día y trabajamos distintas zonas de la boca, unas de mas fácil acceso que otras, vamos perdiendo la postura correcta y muchas veces terminamos doblados y literalmente tirados sobre la boca del paciente. Sufriendo en este caso mucho la espalda y el cuello.















El Pilates equilibra mente y cuerpo, fortalece la musculatura, alínea la columna corrigiendo la postura y trabaja la zona abdominal como centro de equilibrio y sostén del peso corporal.

Con la práctica de estos ejercicios, logramos prevenir y tratar lesiones en espalda, cuello, rodillas, codos; trabajar los músculos para proteger a los huesos y prevenir lesiones por osteoporosis, por ejemplo. Esto es altamente recomendado para los odontólogos, ya que fortaleciendo el área media del cuerpo, dejamos de agregar peso a la espalda y piernas y mantenemos derecha la columna durante el trabajo, gracias a la conciencia que genera la práctica del pilates.


                                 

Disfunción Mandibular

La Disfunción Mandibular, también conocida como Trastorno Temporomandibular (TTM) es el conjunto de desajustes que puedan existir en la articulación temporomandibular (ATM) ,  músculos cercanos y a nivel oclusal.

La articulación temporomandibular (ATM), es la que nos permite abrir la boca, masticar, reírnos, bostezar, etc. A diferencia del resto de las articulaciones del cuerpo que son independientes; es decir la, la rodilla derecha no depende de la izquierda para funcionar, y viceversa; la ATM es bilateral, osea que ambas, derecha e izquierda, deben funcionar al mismo tiempo para que podamos mover la boca.

Esta ATM tiene componentes óseos, musculares, ligamentosos, disco articular, sinovia, etc. Todos estos elementos deben trabajar en armonía conjuntamente con  los músculos de cabeza y cuello, para que se de el movimiento; pero si no es así, comienzan los problemas y aparecen los signos y síntomas que alertan que la persona esta sufriendo un TTM.



El dolor de oído, el tinitus, la sensación de presión en los oídos o en la cabeza, dolores de cabeza, de cuello, de espalda alta, mareos, etc; son algunos síntomas que presentan las personas que tiene un TTM.

Hay algunos signos particulares o alertas que hacen que el paciente venga a consulta. Estos pueden ser: ruidos  al abrir o cerrar la boca, sensación de salto de la mandíbula al abrir la boca, dificultad para abrir la boca mas de 2 cm, apertura de la boca con imposibilidad del cierre o sensación de que no se va a poder cerrar la boca si se abre grande.




La etiología de los TTM es compleja, estos están asociados también con algunas enfermedades sistemicas. Hay que hacer un estudio profundo para llegar a un diagnóstico y en el tratamiento de estas patologías intervienen varias áreas de la medicina y odontología. Generalamente el odontólogo especialista en ATM, el ortodoncista si es necesario, el traumatólogo, el fisioterapeuta y en algunos casos el neurólogo o el psicólogo.